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25 abr 2008


En Kuélap y catarata de Gocta

RÍO SHILCAYO PLANEA INAUGURAR DOS ALBERGUES TURÍSTICOS EN AMAZONAS EN PRIMER TRIMESTRE DEL PRÓXIMO AÑO

En el primer trimestre del próximo año, los inversionistas del hotel y centro de convenciones Río Shilcayo, ubicado en Tarapoto (San Martín), planean inaugurar dos albergues turísticos en el Amazonas como parte de su plan de expansión, informó hoy su gerente general, Luis Dalmau. “Este proyecto fue concebido el año pasado, motivo por el cual compramos los terrenos en abril (de 2007) y elaboramos las maquetas en los siguientes meses”, manifestó a la agencia Andina. Detalló que según el cronograma establecido, el inicio de la construcción de ambos albergues estuvo planificado para marzo o abril de este año, pero debió aplazarse por las lluvias registradas en la región. “Debido a ello, hemos proyectado empezar las obras en junio o julio próximo.” Explicó que en el caso del albergue ubicado frente a la fortaleza de Kuélap (siglo VIII d.C.), se proyecta construir diez habitaciones, enfocado a atender la demanda del turismo de alto consumo o turismo de lujo. Por su parte, la construcción frente a la catarata de Gocta contempla un albergue con ocho habitaciones, dirigido al mismo turismo pero también al interesado por la ecología. La catarata de Gocta, de 771 metros de altura, ubicada entre los caseríos de Cocachimba y San Pablo, distrito de Valera (Amazonas), es considerada la tercera más alta del mundo, después del Salto del Ángel ( 972 metros ) en Venezuela y Tugela Falls ( 948 metros ) en Sudáfrica. La empresa de capitales peruanos opera actualmente dos establecimientos hoteleros en San Martín, el hotel Shilcayo en Tarapoto y el albergue Pumarinri en la selva de los cañones del Huallaga.

Fuente: Check Perú ORG

16 abr 2008



Importante Feria turística en Bagua
EXPOTUR BAGUA 2008 es la segunda versión de la feria turística que organiza la Cámara de Turismo de Bagua, y se desarrollará los días miércoles 28, jueves 29 y viernes 30 de mayo del 2008, en el Centro Cultural de la Municipalidad, ubicado en la primera cuadra del histórico jirón Comercio, ciudad de Bagua, en el departamento de Amazonas, Perú.


Con el evento la Municipalidad busca contribuir brindando orientación sobre turismo a los miembros de gremios y empresas turísticas y fmentar la constante preparación y orientación turística a estudiantes, profesionales y empresarios.


HORARIO DE VISITAS Y EXPOSICIÓN:

- Día 28: 09.00 am. -9.00 p.m.
- Día 29: 09.00 am. -9.00 p.m.
- Día 30: 09 a.m. – 5.00 p.m.

EXPOSITORES INVITADOS:

· Empresas turísticas.
· Instituciones educativas
· Municipalidades provinciales y distritales.
· Artesanos de comunidades nativas
· Artesanos de la localidad de Bagua.

MATERIAL A EXPONERSE :

Material turístico
- Afiches
- Postales
- Trípticos
- Dípticos
- Calendarios
- Gorros, camisetas,


Artesanía y vestimenta
- Artesanía en base a cerma
- Artesanía Awajún
- Utilitarios (comida, oficina)
- Polos, gorros
- etc.

Videos, Música y proyectos
- CD Room
- Videos / documentales
- Maquetas de sitios turísticos
- Proyectos educativos, etc.

http://www.amazoniamagica.com/

2 abr 2008





Ya somos una maravilla
Santa María Virgen y Cristito de Bagazán y la ayuda de San Isidro Labrador a medias con San Ramoncito, que tiene su candadito, lo que ya somos una maravilla cumpitas. La fortaleza del Gran Pajatén en Juanjuí y la belleza del Alto Mayo han sido finalistas y reconocidos por la gentelalalada como bellezas naturales para admirar y visitar.
Aishtá su vida de mi comadre Rosita Ishpatera también es una maravilla, porque ya creo le ha hecho atajar otra vez la condenada y esta vez parece que el llullo es del Betillo Ríos, porque mi cumi me ha confiado su dementería, diciéndome que por fin va tener su hijito mutishco, además de una vez shicshi rabo se pone cuando viene el gringo a visitarle. Bueno, cada uno con su vida y cada uno sabe lo que hace con su arrechura.
Ahora que ya somos una maravilla, hay que ponernos a trabajar duro cumpitas para recibir a los visitantes, esperando que a nuestras autoridades no les duela su rodilla ni se quejen de su rabadilla. Hay que mejorar nuestros lugares turísticos, brindar un mejor servicio, orientar a los pacuchos para que gocen de la selva comiendo su tacacho con su chorizo, su cecina ahumada, su arroz baleado con su challua frita, su madurito con su maní, su cuchi cara, su carachupa asada en su mismo caparazón, lo que no se le aguanta su ricura, igual que su cosampi de tu ñana.
Hay que visitar El Gran Pajatén y maravillarnos con su hermosura, respirar el aire fresco de esa fortaleza que construyeron nuestros antepasados y que ahora es parte de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro orgullo, te le hago un llullo.
Y en el Alto Mayo cumpitas, que comprenden las mágicas ciudades de Rioja linda y arrocera y Moyobamba paraíso de orquídeas, hay lugares de encanto como ese Tingana, que son bosques de renacales espectaculares donde podemos apreciar la montonera de animalitos en plena jarana: el coto mono tocando su llasbán con la Petita Alván, el carpintero tocando la batería con doña María, el majás tocando su trompeta con doña Peta, la llulla jeta, la sachavaca tocando su mandolina con Juan Molina, el añuje tocando su acordeón con don Simeón, el sapo cantando con don Armando y todos bailando, saltando una trilla por esta maravilla con Rubén Padilla comiendo su tortilla.
Otro encanto es el Yacumama, el que no llora mama, a la orilla del río negro, en medio de sus lagunas donde las gaviotas revolotean al atardecer en medio de un manto de paz. Como para estar con una huambrilla abrazaditos haciéndose besa besa y toca toca. Santísima de la Virgencita de la Caridad. Y si quieres hacer un llullito gringuillo churo churo su pelo, no hay como ir a pasar la noche en el Morro de Calzada y en esa puntita hacerle atajar mashaqueando toda la noche a la luz de la luna.
Qué más ya pues le podemos pedir a la vida mashitas con toda esta maravilla. Que te queme así la cajetilla por estar en estas dementerías igual que a Shesha Torres. En el Alto Mayo mashitas, podemos gozar en la tierra, en el agua y en el cielo, porque el paraíso existe y está a nuestra disposición igual que mi comadre Juanita Illurra.
A las shullitas podemos amarles en la tierra, bajo el agua y hacerle ver el cielo con nuestro cariño, porque queriendo y haciendo la pilla, también somos una maravilla. Una dura tarea nos espera mashas. Hay que cultivar nuestra huerta, no estén criando chanchos en su patio, barran su corredor tempranito, no boten basura en los barrancos. A ti negrita te le voy a hacer parar tu cerco y a tu prima, esa mutishca de la Bajada de Shango, le voy a arreglar su jardín con esa florcita lo que le dicen julio iglesias, a veces si y a veces no….jummmmm..cachi raca. Entonces cumpitas de la selva, hay que celebrar toda esta felicidad con su picho shicshina y su turba ullo en el caserón de los Villacorta.
En La Collpa le vamos a dar su maja con esa musiquita de Juaneco y su Combo hasta el amanecer y en esta semana van estar por toda la selva en una gira tahuampera los mashas del grupo Explosión de Iquitos…- qué ya vuelta de pasa/ pedazo de mentecata… Voyá a tomar mi cajué con su chope y su plátano asado mashitas, porque en estos días no sé porqué estoy demasiado antojero… se han de echar esa maravilla para que no les duela su rodilla y no les dé comezón en su rabadilla y no se apegue la ladilla…voyaaaá…
Escribe: El Mashita Jergón

© El Mashita Jergón 2007. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción, total o parcial el contenido de esta publicación por cualquier medio o procedimiento, sin el previo y expreso consentimiento por escrito del autor.
Moyobamba, 2 de Abril del 2008 Atentamente El Mashita Jergón

1 abr 2008



El Parque Nacional del Manu: Una realidad cercana al paraiso.

Escrito por Róger Rumrrill

A las cinco de la tarde en una trocha del bosque primario en el Parque Nacional del Manu no pasa un solo rayo de sol. Gigantes cedros, caobas, tornillos y shihuahuacos forman un dosel compacto a 20 metros de altura. Abajo, el bosque umbroso parece un parque.
Caminamos en silencio por esa trocha, ubicada exactamente frente al puesto de vigilancia (PV) de Paquitza, cruzando el río Manu. De repente el guardaparque que encabeza la fila india se detiene, nos mira y con los dedos en la boca nos dice que nos quedemos en silencio. Un silencio lleno de secretos rumores y sonidos que se quiebra ruidosamente por el castañeteo de decenas y centenares de colmillos que se entrechocan furiosos y amenazantes.


Probablemente el Parque Nacional del Manu sea uno de los pocos lugares en la cuenca amazónica donde todavía es posible ver caminando apaciblemente en las playas, a un hermoso ejemplar de otorongo (Pantera onca)
-- Es una manada de huanganas muy enojadas porque un otorongo las persigue. Serán como 200--, susurra , mirándonos.
Un acre olor inunda el bosque y el perfume de las zangapilla se hace trizas en nuestras pituitarias. El guardaparque quiere seguir avanzando por la ahora ruidosa trocha, pero Ninoska, la bióloga del Parque que nos acompaña, que ha visto nuestros rostros sudorosos, nerviosos y pálidos, dice:

-- Nos pueden atacar. Están furiosas. Regremos-, y la fila india integrada por el guardaparque, Ninoska, Jeff, Carla, Taylor, Linda y este cronista da media vuelta y emprende la retirada.
Ese mismo día, a media mañana, mientras surcamos el río Manu sembrado de palizadas, observamos en las playas, asoleándose, decenas de lagartos negros y blancos, familias de ronsocos chapaleando en las aguas tibias del río, una familia de cotomonos con un jefe que con su mirada curiosa y severa parece que nos quisera decir “y ustedes que tipos de monos son porque es la primera vez que los veo por aquí”. Como si todo ese milagro de la naturaleza no fuera suficiente, al día siguiente, de bajada rumbo al pueblo de “Boca Manu”, en la desembocadura del Manu en el río Madre de Dios, el equipo avistó un otorongo, posiblemente una hembra, fotografiada por Jeff Bivens, foto que “Kanatari” está publicando en exclusividad.

El Parque Nacional del Manu es, quizás, por el Arca de Noé de sus playas donde retozan mamíferos, reptiles y multitud de aves, por sus inmensos e intocados rodales de cedro, por sus indígenas no contactados que a veces pueden ser furtivamente observados colectando huevos de tortugas en las playas, inocentes en su desnudez natural como en el primer día de la creación, lo más parecido y cercano a la visión y percepción del bíblico paraíso terrenal. Un paraíso que, como todos los paraísos reales e imaginarios, que como nuestras propias utopías, están bajo amenaza.

Limonal, a orillas del río Manu, es uno de los Puestos de Vigilancia (PV) en el ámbito del Parque Nacional del Manu, de casi dos millones de Km2. y uno de los bancos genéticos más importantes del Planeta. En la foto, de derecha a izquierda: Jeff Bivens y su hijo Taylor, acompañado del equipo de guardaparques ; al extremo izquierdo, Linda Rumrrill y su hija Carla (esposa de Bivens)
Banco genético y patrimonio de la humanidad
El Parque Nacional del Manu, con una superficie de 1 millón, 881 mil hectáreas, es el segundo en superficie en el Perú después del Parque Nacional Alto Purús y uno de los primeros en el mundo por su megadiversidad y por esta razón declarado por la UNESCO Reserva de la Biósfera y Patrimonio de la Humanidad, en 1987.

El Parque, de acuerdo a su reciente Plan de Manejo, contiene más de 3,500 especies de plantas registradas, buena parte de ellas aún no identificadas. El catálogo de la fauna del Manu es impresionante: 160 especies de mamíferos, un poco más de 800 especies de aves, 140 especies de anfibios, 50 especies de serpientes, 40 de lagartijas, 6 de tortugas, 3 de caimanes y 210 especies de peces.

Pero la flora y la fauna no es la única riqueza del Manu. También tiene una enorme patrimonio cultural y humano conformado por las poblaciones indígenas principalmente machigüenga, que habitan al interior del Parque en las Comunidades de Tayacomé y Yomibato y grupos de indígenas en aislamiento voluntario que se desplazan en los inmensos bosques del Parque siguiendo los ciclos biológicos de la naturaleza para su supervivencia.

El Parque Nacional del Manu, como pocos en el mundo, alberga en su ámbito una enorme diversidad de ecosistemas, desde pastizales de puna por encima de los 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar, pasando por bosques tropicales lluviosos, hasta los bosques de neblina y montamos. Todo este universo regado y atravesado por un complejo sistema hidrográfico donde el río Manu, afluente del río Madre de Dios, es una subcuenca especie de matriz nutricia de este paraíso de la naturaleza.
En el balcón cósmico de “Tres Cruces”
Un viajero inglés del siglo XIX imaginaba la maravilla que sería para el hombre del futuro mirar el bosque amazónico desde las alturas, experiencia que ahora es posible desde los puentes colgantes de “Explornapo” en el río Sucusari, afluente del Napo, y desde las barbacoas que los científicos construyen en las altas ramas de los árboles para estudiar la fauna de invertebrados.

Esa misma maravilla se experimenta mirar la Amazonía y los bosques del Manu desde el balcón cósmico de “Tres Cruces”, desde más de 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Para vivir esa experiencia , pernoctamos la noche del 22 de junio en la ciudad de Paucartambo, luego, a las dos de la madrugada partimos con dirección a “Tres Cruces” para mirar los tres soles amazónicos que asoman al amanecer del día 23, como un fenómeno de la refracción de la luz solar con el vaho que sube, al amanecer, del universo potámico del bosque amazónico.


Taricayas (Podocnemis unifilis) tomando el sol veraniego en el río Manu.
El espectáculo cósmico es realmente indescriptible. Pese a que la ilusión óptica es breve y fugaz, porque un viento glacial cordillerano ha hecho subir rapidamente la niebla de los bosques, el resplandor solar y las figuras estelares que forma la niebla, dan la impresión que vivimos el primer día de la creación, que somos testigos y espectadores privilegiados del alba del mundo.

Desde las alturas de “Tres Cruces” y Acjanaco, donde empieza el Parque, empezamos a descender casi en picada por el bosque de neblina, el habitat del Gallito de las Rocas y la Taruca hasta caer en sólo cuatro horas en el pueblo cusqueño de Pilcopata, ya en el llano amazónico, una pequeña ciudad poblada mayormente por colonos andinos, en la zona de amortiguamiento del Parque. De allí, por trochas carrozables sobre el lecho de los ríos secos en este verano amazónico avanzamos hasta Salvación, la capital de la provincia del Manu, en territorio de la Región Madre de Dios y de allí, en una hora más en una camioneta que salta sobre las piedras del camino, llegamos al puerto de Santa Cruz, donde se ha instalado un confortable PV. De allí tenemos que navegar 8 horas hasta Boca Manu.

El río Alto Madre de Dios es un río endiablado en el verano. Parece una escalera de agua encrespada descendiendo sobre bancos de arena y piedras. En un río así, sólo los motoristas indígenas Machigüenga son capaces de hacer llegar a buen puerto a las canoas y los botes. Sólo ellos conocen no sólo el curso y el canal secreto e invisible de este río, sino también sus trampas y sus caprichos. Sus caprichos, como todos los ríos jóvenes de la Amazonía, meádricos, cambiantes, movedizos y poderosos. Ocho horas después de nuestra partida de Santa Cruz y luego de una breve parada en el PV de Pusanga, Andrés Sapona, nuestro motorista Machigüenga, acodera el bote en el puerto de “Boca Manu”.


Gigantesca Lupuna (Ceiba sp.) en el bosque del Manu. El autor de este reportaje, Róger Rumrrill intenta medir sus descomunales dimensiones.
En “Boca Manu” también desembocan los problemas del Manu

“Boca Manu” es un pueblecillo ubicado, como dice su nombre, en la boca del Manu, habitado por 40 familias, la mitad de ellas migrantes andinos y la otra mitad pucallpinos. Uno de los vecinos más antiguos es don Manuel Moreno Moreno, un pucallpino que llegó a la zona en 1954, en un viaje épico de 2 meses surcando el Ucayali con rumbo a Atalaya y de allí hasta la boca del Urubamba, luego tramontó el Mishagua, cruzó el famoso varadero de Fitztcarrald y enrumbó por el Cashpajali con dirección al Alto Manu, tanganeando finalmente hasta la boca. Toda esta odisea que casi le cuesta la vida sólo para cazar y comprar pieles de tigre, de tigrillo y nutria durante el “boom” de las pieles de animales silvestres que, felizmente, concluyó casi abruptamente en la región cuando se creó el Parque Nacional del Manu el 29 de mayo de 1973. Tanto Moreno como otros pucallpinos tuvieron tiempo, entre 1954 y 1973, de hacer su agosto con la fauna paradisíaca del Manu.

Hoy, Moreno y sus coterráneos atrapados para siempre en las fauces del Manu, se dedican a construir botes con los troncos de cedro que arrastra el río en el invierno y que atrapan por sorteo y por turnos. En las manos del azar, hay días y noches en que en el turno de Moreno el río no arrastra un solo palo. Ese año para Moreno es el año de las vacas flacas. Pero pueden haber inviernos en el que el viejo botero pucallpino atrapasa dos, tres y hasta cinco troncos de oloroso cedro.

A “Boca Manu” el misterioso río no sólo arroja troncos de cedro, sino los múltiples problemas que enfrenta la población que vive al interior del Parque, indígenas y colonos mestizos andinos y amazónicos. Uno de estos colonos es Luis Sarmiento Paniagua, que salió de su natal Puno a los 11 años de edad para ir en busca de “El Dorado” al Manu donde se ha quedado enraizado por una veintena de años. Es comerciante y tiene una bodega de artículos de primera necesidad y hace poco ha sido elegido Presidente de la Asociación Civil de los Intereses del Distrito de Fitzcarrald, cuya capital es precisamente “Boca Manu”.

“Aquí en el Parque todo es para los extranjeros y nada para nosotros los peruanos”, protesta Sarmiento refiriéndose a las 9 empresas turísticas que operan en el Parque y que, según él, reciben todo tipo de ventajas y beneficios de la jefatura del Parque en Salvación, en Cusco y de la Intendencia de Äreas Naturales Protegidas del INRENA en Lima. Mientras tanto, los peruanos de “Boca Manu”—masculla Sarmiento—no obtenemos ningún beneficio del Parque. Despotrica sobre todo de Charlie Mann, un norteamericano que ha convertido al Parque en una mina de oro y trafica y se aprovecha de los indígenas; descarga su artillería pesada contra el alcalde distrital, Juan de Dios Carpio, también empresario turístico que prácticamente vive en el
Cusco y despacha en esa ciudad los asuntos distritales.
El Manu, paraíso amenazado

Asi como este Lagarto Negro (Melanusuchus Níger), centenares y miles de estos reptiles se asolean en las playas del misterioso río Manu en el verano amazónico
El Parque Nacional del Manu es, pese a su extraordinaria importancia, un paraíso amenazado. Al contrario de lo que podría pensarse, la peor y más grave amenaza no proviene tanto de los extractores ilegales de caoba, de los buscadores de tesoros que cada cierto tiempo penetran clandestinamente en la mítica cordillera del Pantiacolla donde, se supone, está “El Paititi,”o de los sembradores de coca en Pilcopata y de los campesinos que queman los pastizales de la puna de Acjanaco. No. La peor y más peligrosa amenaza se origina en la incuria gubernamental, en la visión cortoplacista de los sucesivos gobiernos, en la ilusión minera de estos años que deposita todos los esfuerzos gubernamentales en la minería, dotando a esta actividad de todos los beneficios y ayudas posibles para la consolidación de un modelo económico primario exportador, olvidándose irresponsablemente de lo que significa para el Perú del siglo XXI su biodiversidad, su invalorable stock genético, su mayor y verdadera renta estratégica en la economía global del Tercer Milenio.

Un ejemplo de esta ceguera es el casi abandono de éste y otros gobiernos del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE), cuyo objetivo es “contribuir al desarrollo sostenible del país, a través de la conservación de una muestra representativa de la diversidad biológica, mediante la gerencia eficaz de las áreas naturales protegidas, garantizando el aporte de sus beneficios ambientales, sociales y económicos a la sociedad”.

El Parque Nacional del Manu es, sin duda, una de las joyas más preciadas del SINANPE. Sin embargo, con un presupuesto miserable de 450, 000 soles para el año 2006 entregado roñosamente por los tecnoburócratas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), uno de los centros megadiversos más famosos del planeta tiene sólo 25 guardaparques de los 50 que requiere urgentemente y no tiene fondos para implementar y ejecutar las áreas básicas de su Plan Maestro, como son los programas de capacitación para el personal, equipamiento básico, producción de información, ejecución de un plan de investigación, no ha sido posible poner en marcha el programa de pueblos indígenas y ni se han podido realizar estudios de los de los recursos que se están manejando, entre otras urgentes necesidades y requerimientos.